Descubriendo la serie mexicana Contra las cuerdas: Un retrato de la lucha por la reinserción social

 


Por Karla Denisse Martínez Roldán 


Recientemente, un buen amigo, preocupado por los problemas actuales de nuestro país, me recomendó ver una serie mexicana llamada “Contra las cuerdas”. Acepté su sugerencia, ya que, entre la gran cantidad de películas y series internacionales disponibles, es importante priorizar opciones que nos aproximen a nuestro entorno más inmediato. En pocas palabras, es relevante echar un vistazo a nuestra realidad como país. Sin duda, esta serie aborda un tema de interés actual, el modelo de reinserción social en México y los desafíos que enfrentan las personas que salen de centros penitenciarios. La serie resalta la importancia del apoyo de la sociedad y el impacto positivo que puede tener el deporte, en este caso la lucha libre, en el proceso de reintegración. 

Contra las cuerdas (2023), es una historia sobre la readaptación social de una mujer llamada Ángela que obtiene su libertad condicional después de haber sido condenada injustamente por un delito que no cometió. La trama se centra en los desafíos que enfrenta al intentar reconstruir su vida y superar las secuelas de su encarcelamiento. Ángela encara una serie de dificultades: recuperar el respeto y la confianza de su hija Rocío, demostrar su inocencia y rehacer su vida.

El drama mexicano disponible en Netflix refleja la realidad social que viven día a día aquellas personas que intentan recuperar lo que, a veces, por una deficiencia en el sistema penal perdieron.  No obstante, Contra las cuerdas también relata cómo afecta el proceso penal a la familia de la persona encarcelada injustamente. Y es que, el primer impacto es la desintegración familiar, seguido del deterioro físico y mental de la mayoría de los integrantes de la familia, así como graves pérdidas económicas derivadas de la pérdida de ingresos y gastos judiciales. Este último fenómeno se evidencia con crudeza cuando los reclusos recuperan su libertad y, al abandonar el centro penitenciario, se encuentran con que sus únicos bienes son la ropa que llevan puesta; suena fuerte, pero es muy común en muchos casos.

En ocasiones, ese primer encuentro con el mundo exterior después de vivir en prisión coloca a estas personas ante un desafiante dilema moral: enfrentar los obstáculos (el estigma social, la discriminación y la dificultad para encontrar empleo) para reconstruir sus vidas o dejarse tentar por el fácil camino de la ilegalidad.

El abordaje de este problema social en la serie es sumamente interesante, ya que sus creadores han elegido una narrativa que se alinea con un símbolo de identidad de la cultura popular mexicana: la lucha libre.  La lucha libre es considerada un espacio de catarsis, donde la emoción del momento, tanto para los aficionados como para los luchadores, genera una oleada de euforia y adrenalina. Para Ángela, la lucha libre se convierte en una experiencia liberadora y un refugio para sobrellevar las secuelas tras salir de prisión. 

El deporte destaca como una disciplina fundamental en el proceso de reintegración social. Sin embargo, se debe considerar que también debemos de tener en cuenta los mecanismos sociales a los que estas personas pueden acceder. Es crucial reconocer que la reinserción social implica mucho más que simplemente liberar a las personas de la prisión. Pensemos en el alcance de la participación del Estado para poder otorgarles las herramientas para salir adelante, desde el trámite de emisión de su credencial de elector, el cual es uno de sus derechos político-electorales que se ve limitado de manera inmediata, hasta la eliminación de barreras para acceder al empleo sin discriminación y la garantía del respeto de sus derechos humanos.

Desde el primer episodio, esta serie me ha llevado a pensar en una persona que ha experimentado en carne propia los desafíos de la reinserción social, alguien a quien admiro profundamente y por su historia de vida nos impulsa a buscar forma de promover cambios en el sistema penal para aquellos que se encuentran en esta difícil situación de reintegrarse a la sociedad.  Me refiero a Ana Georgina Domínguez Macías, cuyas palabras nos han estremecido en sus charlas y nos han señalado cuánto queda por hacer para erradicar las deficiencias del sistema penal en México. Su testimonio de vida nos invita a reflexionar sobre cómo la sociedad debe actuar para ayudarles a enfrentar su nueva realidad de manera efectiva.

El modelo de reinserción social requiere un esfuerzo colectivo de la sociedad para lograr la readaptación de las personas que han recuperado su libertad. La solidaridad y la empatía de la comunidad se presentan en Contra las cuerdas como la principal herramienta para ayudar en su reintegración.  Podemos elegir entre aligerar sus cargas, ser solidarios, apoyarlos o ser aquellos que los discriminan. La vida se asemeja a una lucha libre, todos llegamos a un momento de la vida que estamos contra las cuerdas. Seamos individuos que respalden en lugar de ignorar esta realidad. 

"Contra las cuerdas" es una historia emocionalmente intensa que busca generar conciencia sobre las injusticias en el sistema penal y la lucha de las personas por recuperar su dignidad y reconstruir sus vidas, tomen tiempo para verla.



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