La justicia en México no siempre tiene los ojos vendados

 



Por Alba Nidia Morin Flores


 [Jorge Volpi, Una novela criminal, México, Alfaguara, 2018, 504 pp.]

La mañana del 9 de diciembre de 2005 las dos televisoras más importantes del país (Televisa y TV. Azteca) trasmitieron en vivo un operativo de la extinta AFI (Agencia Federal de Investigación), el cual arrojó la captura y detención, dentro del rancho “Las Chinitas”, de dos presuntos secuestradores integrantes de la banda “Los Zodiaco” quienes respondían a los nombres de Israel Vallarta y Florence Cassez, esta última de origen francés.

Siete años más tarde, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con tres votos a favor, otorgó el amparo liso y llano y, por ende, la liberación inmediata de la ciudadana francesa Florence Cassez; sentenciada a 60 años de prisión por el delito de secuestro. El máximo tribunal de justicia del país consideró que fueron violados sus derechos humanos y el debido proceso legal.

Estos hechos dan vida a Una novela criminal escrita por el mexicano Jorge Volpi (premio Alfaguara 2018) quien hace su propia investigación literaria de lo ocurrido, a partir del expediente judicial en contra de Israel Vallarta y Florence Cassez, así como de las declaraciones y entrevistas de los demás implicados.

A través de las más de 500 páginas que componen la obra, el autor muestra cómo, en uno de los casos más mediáticos y politizados de las últimas décadas, la justicia en el mundo jurídico resulta casi inalcanzable frente a la corrupción, la tortura, la violación a los Derechos Humanos, el ejercicio indebido del poder y las presiones políticas. Con ello hace visible  las oscuridades del sistema de justicia mexicano.

Al estilo kafkiano, la novela muestra al proceso judicial como aquel capaz de quitar la venda de los ojos a la justicia para hacerla mirar en forma desigual a unos y a otros, pues mientras el caso Cassez consiguió un fallo histórico de la SCJN gracias al apoyo del gobierno francés y varios abogados de reconocido prestigio (Agustín Acosta, Juan Araujo y Carlos Riquelme), Israel Vallarta sigue preso esperando sentencia junto a su defensor de oficio después de casi 15 años de prisión.

De esta manera, la justicia en México no siempre lleva los ojos vendados; su aplicación depende en gran medida del sujeto a ser juzgado. En este caso, para el entonces ministro José Ramón Cossío, se aplicó “Un tipo de justicia para un french poodle” y otra “para un perro callejero” (p. 440).

Así, la novela resuena con fuerza en la actualidad no solo por los ecos encontrados en la impartición de justicia, sino porque una gran cantidad de sus personajes (Genaro García Luna, Alejandro Fernández Medrano y Luis Cárdenas Palomino) forman parte de la realidad jurídico-política de nuestro país.

Comentarios

  1. Una gran duda del por qué la dejaron en libertad, era extranjera cierto, pero era delincuente y tenia que ser juzgada.
    Gracias por la lectura.

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