El licenciado P.P. y yo

Manuel de J. Jiménez Hoy es mi cumpleaños, querid@s lector@s. Al igual que Dante digo que estoy a la mitad del camino de la vida, en una selva obscura me encuentro. Lo de la edad, varios entenderán. La selva oscura aquí es una licencia para referirme al futuro brumoso ocasionado por esta pandemia que no cede en muertes y llantos. Hace un año, festejaba con mis amigos y familias en casa, con comida y abrazos. Este año las cosas son muy diferentes: estamos solos en casa. Muchos seres queridos no se encuentran más con nosotros y continuamos asimilando todas esas pérdidas. Nuestras cotidianidades se adaptan al encierro, al permanente miedo de contagiarnos y a ver la vida social como un recuerdo ya lejano. Subsisten, sin embargo, gestos que van a contracorriente de las vidas virtuales que tenemos que vivir. Por ejemplo, el viernes, antes de cerrar mi curso de Teoría del Estado, mis alumn@s me sorprendieron con carteles escritos a mano de feliz cumpleaños. Ante una realidad de...