El derecho a entendernos desde "La Casa de los espíritus"


 


José Ramón Narváez

En el entendido de que el Estado tiene como especial herramienta el conflicto, incluso podríamos pensar que lo fomenta, al igual que el capitalismo que obtiene grandes dividendos de mantenernos divididos y pelando; entonces el entendernos debería ser un derecho fundamental.

El "derecho a entendernos" se refiere al derecho de los ciudadanos a recibir información y comunicación clara y comprensible, de modo que puedan entenderla y participar activamente en la organización de la sociedad. Esto implica que las autoridades y otras instituciones tienen la obligación de comunicar de forma accesible a las personas, especialmente cuando se trata de información crucial o que afecta sus derechos.

El derecho a entendernos no sólo involucra el derecho a la información clara y accesible si no sobre todo  un derecho a la participación política, al entender la información, las personas pueden ejercer sus derechos y participar de manera informada en los procesos sociales, políticos y económicos.

Comprender la información es fundamental para que las personas puedan tomar decisiones informadas y ejercer sus derechos de forma efectiva, contar con las herramientas de conocimiento que permitan discernir entre la diversa información es también vital en la construcción de la denominada "sociedad del conocimiento"

Las autoridades y las instituciones tienen la obligación de garantizar la transparencia y la claridad en su comunicación.

El derecho a entendernos es un derecho humano fundamental que contribuye a una sociedad más justa e inclusiva. Es importante que las autoridades y las instituciones se esfuercen por garantizar que la comunicación sea clara y accesible para todos los ciudadanos.

Pero también hay una dimensión social, el Estado debe prover de la educación cívica necesaria para que las personas puedan resolver sus conflictos y aprendan a entenderse y se vuelvan facilitadores del díálogo, la justicia y la paz.

En La Casa de los Espíritus de Isabel Allende, la comunidad juega un papel crucial en la superación de los obstáculos que enfrentan los personajes. Podemos encontrar varios elementos donde esta dinámica se hace evidente. Durante los periodos de agitación política y social, como las huelgas y la represión, los vecinos y trabajadores se unen para protegerse y ayudarse mutuamente. Comparten recursos, esconden a quienes son perseguidos y brindan consuelo.

Las mujeres de la comunidad, especialmente las más ancianas, transmiten saberes ancestrales sobre hierbas medicinales, rituales y formas de resistencia. Este conocimiento colectivo se convierte en una herramienta para enfrentar enfermedades, miedos y la opresión.

Se forman lazos fuertes entre las personas que comparten experiencias similares de lucha y sufrimiento. Estas redes informales de apoyo emocional y práctico son vitales para sobrellevar la adversidad y mantener la esperanza.

En lugar de enfrentar los problemas individualmente, los personajes a menudo encuentran fuerza en la acción colectiva. Ya sea participando en protestas, organizando sindicatos o simplemente ofreciendo refugio a otros, la unión de la comunidad se convierte en una forma de resistencia contra las fuerzas opresoras.

La comunidad se moviliza para proteger a los niños, los ancianos y aquellos que son más susceptibles a la violencia y la injusticia. Este sentido de responsabilidad colectiva asegura la supervivencia y el bienestar de los miembros más débiles.

La Casa de los Espíritus nos muestra cómo la solidaridad, el apoyo mutuo, la transmisión de conocimientos y la acción colectiva dentro de la comunidad son elementos fundamentales para que los personajes superen los numerosos obstáculos políticos, sociales y personales que se presentan en la novela. La fuerza de la comunidad reside en su capacidad para unirse y enfrentar las dificultades juntas.

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