Justicia para extraterrestres
Imaginar un encuentro con seres
de otros mundos nos invita a reflexionar sobre nuestras propias instituciones
humanas desde una perspectiva externa. Si tuviéramos que explicar nuestros
sistemas de justicia, particularmente el mexicano, a visitantes extraterrestres,
tendríamos que hacer un ejercicio de abstracción y síntesis fascinante, ¿por
qué no lo hacemos? Creo que podría resultar fructífero.
La justicia terrestre explicada a los extraterrestres
Estimados visitantes de otros
mundos, nuestros sistemas de justicia son mecanismos sociales para resolver
conflictos y reparar daños cuando se violan las normas establecidas. En México,
como en muchas sociedades humanas, partimos de ciertos principios. Buscamos que
todos los individuos sean iguales ante la ley. Presumimos la inocencia hasta
demostrar la culpabilidad. Procuramos que las sanciones sean proporcionales a
las faltas. Intentamos que el sistema tenga controles para evitar abusos de
poder.
Sin embargo, la realidad
frecuentemente se aleja de estos ideales. Nuestro sistema mexicano enfrenta
desafíos como la corrupción, la saturación de casos, la desigualdad en el
acceso a representación legal y la impunidad.
La mirada del "salvaje" en Lahontan
Esta conversación con visitantes
cósmicos me recuerda a los "Diálogos con un salvaje" del Barón de
Lahontan del siglo XVIII, donde un nativo americano hurón llamado Adario
cuestiona las instituciones europeas desde su perspectiva "externa".
Al igual que Adario preguntaba:
"¿Por qué tienen jueces que se dejan corromper? ¿Por qué las leyes
benefician más a algunos que a otros?", nuestros visitantes
extraterrestres podrían cuestionar:
"¿Por qué encarcelan
principalmente a los pobres? ¿Por qué quien tiene recursos económicos puede
evitar la justicia? ¿Por qué las leyes escritas difieren tanto de su
aplicación?"
Esta mirada externa nos obligaría a reconocer las
contradicciones entre nuestros ideales de justicia y su implementación
práctica.
Justicia cósmica en la ciencia ficción
"Adiós al Maestro" de
Harry Bates (1940) plantea precisamente este dilema cuando un ser
extraterrestre llamado Gnut llega a la Tierra junto a su compañero Klaatu. Tras
el asesinato de Klaatu, Gnut debe enfrentar un sistema de justicia terrestre
que no comprende la dimensión de sus actos ni la naturaleza de estos seres.
La historia, adaptada posteriormente en "El día que la Tierra se detuvo", sugiere que nuestra concepción de justicia podría resultar provincial y limitada ante inteligencias con perspectivas morales y temporales mucho más amplias. ¿Cómo juzgar a seres cuya comprensión del bien, el mal y la responsabilidad podría ser radicalmente diferente?
Reflexión final
Explicar nuestro sistema de
justicia a extraterrestres no solo nos obligaría a clarificar sus fundamentos,
sino también a confrontar sus contradicciones. Quizás, como en los diálogos de
Lahontan, la perspectiva del "otro" radical nos permitiría ver con
nuevos ojos nuestras instituciones y replantearnos preguntas fundamentales,
como ¿Es la justicia un valor universal o cultural? ¿Puede existir un sistema
perfecto de administración de justicia? ¿Cómo equilibrar el castigo con la
rehabilitación?
Si los extraterrestres tuvieran
sistemas más avanzados para resolver conflictos y reparar daños, tal vez
nosotros seríamos quienes tendríamos mucho que aprender.
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