Yo ya ví Star Wars

                                   

Por Publius

Desde hace como 6 años les vengo diciendo que yo vi Star Wars: todas las películas de cuando Lucas era Lucas. Allí, los jedi eran símbolos de la paz, del orden, del equilibrio. Garantes de la república y ajenos a la política(según ellos). 

A los jedi, por una mala jugada del destino los habría de eliminar el más talentoso de su propia secta, en aras de abrir paso a un imperio que (aunque no nos guste) le devolvió la voz al pueblo de la República, acabó con los privilegios de clase y puso mano dura en la gobernanza de la galaxia. Sabemos como audiencia privilegiada de la narrativa que somos desde la butaca, que al Imperio no le fue bien: la pérdida de los jedi acentuó desigualdades, reprimió derechos y permitió arbitrariedades. Afortunadamente en el mandaloriano, nos enteramos que a la gente de la galaxia no le importa la república o el imperio, le gusta comer diario y vivir sus días en paz. La guerra es solo para los idealistas, para los grillos y para los que se quedaron con “ganas de trompo”. 

El paso de los años, nos regaló en ambas extensiones de la saga que la gente no miraba a los jedi así como ellos se ven. Les miraban como extraños togados con habilidades sobrenaturales cuya aparición simbolizaba inevitablemente el conflicto y la imposición hegemónica de la república. Será que pasaban mucho tiempo en sus templos meditando, o resolviendo misterios arcanos de la fuerza, pero cuando el emperador los denunció como traidores a la democracia todos al unísono aparecieron para sumarse a su exterminación. Los pocos que los conocían (por andar en temas del Senado), sabían que en el fondo eran una fuerza de estabilización movida por un deseo de justicia, pero su soberbia no los hacía cercanos a la gente común. 

Van a pasar muchos años para que se den cuenta (o que todos nos demos cuenta) que seguramente sí hacían falta, para que su presencia se haga notar en el nuevo imperio, pero por lo mientras se llevan una lección a su soberbia y porqué no, desde su exilio se preparan para refundar sus principios, que hace mucho tiempo fueron olvidados. Que les vaya muy bien y mantengan la esperanza.