Frida Kahlo y su idea de justicia (a la mexicana)
Por José Ramón Narváez
Estaba tentado a poner el título
la filosofía jurídica de Frida Kahlo pero como dicen: quizá esa es una
conversación para la que no estamos preparados aún. Lo cierto es que la artista
mexicana tiene muy claros algunos conceptos relacionados con el derecho y la
justicia, la cuestión es que no tenemos las herramientas para leerlos, sobre
todo en su pintura; pero luego están todos los prejuicios que ya conocemos, el
primero y más evidente, Frida era mujer, luego, artista, en una época en la que
las mujeres no debían dedicarse a eso; no hizo una carrera profesional, no
cultivó de manera ortodoxa la filosofía o la ciencia, y aún así, Frida tiene
tremendas fortalezas que muchos filósofos del derecho quisieran para un fin de
semana.
Frida buscaba vehementemente su identidad,
quizá el hecho de que su padre -quién tuvo gran influencia en ella- fuera de origen
alemán, generó en ella la necesidad de encontrar razones, símbolos y motivos
para entenderse como mexicana, comenta en sus cartas que estando en Estados
Unidos entre personas de la alta sociedad neoyorkina, las mujeres y hombres más
ricos de su tiempo, ella vestía con orgullo sus vestidos “mexicanos” y le
gustaba mirar las reacciones de las personas que acudían a esos eventos, cuestión
claramente manifiesta en la pintura “Mi vestido cuelga ahí o Nueva York” de
1933 hoy exhibido la Galería Hoover de San Francisco; hay una evidente crítica
a la banalidad de la cultura norteamericana, al desperdicio y a esa arquitectura
hueca; no es para nada desconocida su filiación comunista, y aunque a veces las
contradicciones la invadieran, es claro que siempre buscó tener una consciencia
social activa, lo vemos en su preocupación por los campesinos, los indígenas,
los pobres; y los migrantes.
En "Autorretrato (de pie) a
lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos" de 1932, obra elaborada
durante la Gran Depresión en Estados Unidos, momento en el que las relaciones
entre México y Estados Unidos eran tensas, marcadas por la política
estadounidense de repatriación de migrantes y la construcción del muro
fronterizo, la pintura es una muestra de una visión compleja sobre el tema. Vemos
a Kahlo parada sobre un pedestal, dividiendo la composición en dos mitades, a
la Izquierda México: Representado por elementos como la vegetación exuberante,
pirámides prehispánicas y una figura femenina con un traje tradicional.
Simboliza la identidad mexicana de Kahlo y sus raíces culturales. A la derecha,
Estados Unidos: Representada por fábricas, chimeneas y un paisaje urbano
industrializado. Simboliza la cultura estadounidense, el progreso tecnológico y
la industrialización. Esta división espacial refleja la dualidad identitaria
que Kahlo experimenta como mujer mexicana viviendo en Estados Unidos. La
ubicación de Kahlo sobre la frontera simboliza su posición liminal entre dos
mundos. Ella se encuentra en un espacio de transición, entre dos países y dos
culturas. La pintura no representa una barrera física, sino una frontera
simbólica que separa dos realidades distintas. Esto puede interpretarse como
una metáfora de la experiencia migratoria, donde los individuos se encuentran
divididos entre su país de origen y el país de destino, enfrentando desafíos de
adaptación e integración. Kahlo, al ubicarse en el centro de la composición,
desafía los roles de género tradicionales y se posiciona como una agente activa
en su propia historia, reclamando su lugar en ambos mundos.
El generador eléctrico del lado
estadounidense parece "absorber" la energía de las flores mexicanas,
lo que podría simbolizar la explotación de los recursos mexicanos por parte de
Estados Unidos, pero me parece que Kahlo también está criticando el
industrialismo que depreda, pauperiza y extermina la naturaleza y las
tradiciones ligadas a ello de un México que le sirve de traspatio para sus
maquiladoras. Muchas pinturas de Frida tienen elementos ligados a la naturaleza
y ella misma se representa muchas veces ligada a la madre tierra, en una clara
visión ecocéntrica.
Frida dijo en algunas de sus
cartas y su diario que le llamaba la atención que Diego en el viaje a Estados
Unidos se admirara por toda industria que ahí se desarrollaba, misma que plasmó
en muchas de sus obras y que intentó conciliar con su peculiar ideología que se
supone debía ser marxista; me parece que Frida fue más crítica, ella veía eso
como pasajero y lo toleraba en la medida de lo posible, de hecho Diego le echo
la culpa del regreso a México -cosa que no fue cierta- porque ella siempre
manifestaba su nostalgia. Todo ese auge tecnológico era a costa de algo, las
personas y la naturaleza; una filosofía de los desechable; la solución es, la
raíces, los ciclos, como el del sol o el agua que están en muchas de sus
pinturas.
Biojusticia, Frida es precursora
de un pensamiento hoy necesario, ya en otra ocasión hablaremos de su crítica al
patriarcado, pero por hoy me voy satisfecho de compartirles a la Frida Kahlo
filósofa del derecho para muina de muchos.
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