La globalización de las condiciones sistémicas de la discriminación: la brecha salarial de género en Latinoamérica
Por: Miguel Angel Langle Flores
Alba Nidia Morin Flores
La globalización se concibe como un proceso intrínseco del capitalismo, cuyo estado transitorio actual puede denominarse enfoque neoliberalista.[1] Si bien, este último persuade al público de las virtudes de la libertad individual y la prosperidad material, al construir individuos caracterizados por la lógica de mercado, en donde cada persona tiene las mismas oportunidades para mejorar su estatus, omite las condiciones sistémicas de la discriminación.[2] Tal es caso de las desigualdades globales (generadoras de grandes injusticias sistémicas) en materia de discriminaciones arraigadas estructuralmente, respecto a: países, culturas, clases, géneros, razas y sexualidades, entre otras.[3]
Generalmente, el incremento en la desigualdad del ingreso, a consecuencia de la globalización, ocurre a través del progreso tecnológico y sus subsecuentes repercusiones en el capital humano de los trabajadores localizados en regiones subdesarrolladas expuestas a procesos de integración económica.[4] No obstante, en los países desarrollados, la globalización también ha creado un amplio espectro de perdedores en áreas desindustrializadas y generado una sensación de inseguridad en las clases medias, ante la contracción del empleo, la creciente desigualdad en la distribución del ingreso y la escasa movilidad social.[5]
Así las cosas, el ingreso global promedio
anual en euros es de 16,700 (dieciséis mil setecientos) euros. Empero, la mitad
de la población mundial (3.95 billones de personas) sobrevive con menos de 3
mil Euros Anuales en Promedio (EAP), mientras que la otra lo hace con más de 30
mil (EAP).[6] Si bien, Latinoamérica
subsiste solo con 17% menos que el ingreso promedio mundial, nueve países
latinoamericanos forman parte de los 25 más desiguales del mundo, entre ellos
México, el cual, además de ser el segundo país más desigual entre los miembros
de OCDE, concentra más renta en el percentil superior de su distribución que en el
60% más pobre.[7]
Aunque, en Latinoamérica, la brecha
salarial entre hombres y mujeres (la proporción promedio de salario superior de
los hombres versus las mujeres) ha disminuido durante las últimas dos décadas,
al transitar en promedio de 20.5 a 14.5%, la brecha salarial todavía se sitúa
por encima del promedio de los países de la OCDE (12%) (especialmente, en México: 18%);
además, dicha tendencia regional se revirtió debido al impulso de la
precariedad laboral a consecuencia de la pandemia por COVID-19.[8] Ante ello, la
Organización de las Naciones Unidas refiere cinco causas principales para
explicar las diferencias en salario entre hombres y mujeres por razones de género,
a saber: i) empleo a tiempo parcial; ii) peores empleos; iii) trabajos
socialmente menos valorados; iv) auto minusvaloración; e v) ignorancia de los
empleadores.[9]
Particularmente, la brecha salarial de
genero debe erradicarse para: 1) ejercer el respeto a los derechos de las
mujeres trabajadores; 2) impulsar la productividad del mercado laboral; 3)
combatir la pobreza y la desigualdad; e 4) incentivar una sociedad en donde
tanto hombres como mujeres compartan responsabilidades y derechos equitativamente,
y desarrollen su vida personal y laboral de forma plena.[10]
En otros términos, en su dimensión socioeconómica, las personas valoran la
globalización de las relaciones de capital en función de las oportunidades para
encontrar un trabajo decente y crear condiciones para vivir. Sin lo anterior,
el grueso de la población, especialmente, las mujeres (49.5% de la población
mundial) percibirán la globalización como un nuevo tipo de explotación y
dominio.[11]
[1] Bonanno, A. … Aboites-Manríquez, G. (2016). El
neoliberalismo, un momento de la globalización, México: Fontamara.
[2] Schmidt, V. (2016). The roots
of neo-liberal resilience: explaining continuity and change in background ideas
in Europe's political economy. British Journal of Politics and International
Relations, vol. 18, no. 2, pp. 318-334.
https://doi.org/10.1177/1369148115612792
[3] Jongen, H. y Scholte, J. A.
(2022). Inequality and legitimacy in global governance: an empirical study. European
Journal of International Relations, vol. 00, no. 0, pp. 1-29.
https://doi:10.1177/13540661221098218.
[4] Aghion, P., Akcigit, U., Bergeaud, A., Blundell, R. y
Hemous, D. (2018). Innovation and Top Income Inequality, The Review of
Economic Studies, vol. 86, no. 1, pp. 1-45.
https/doi.org/10.1093/restud/rdy027
[5]
Rosales, O.
(2019). El conflicto US-2022: nueva fase de la globalización, Estudios Internacionales,
no. 192, pp. 97-126.
https://revistaei.uchile.cl/index.php/REI/article/download/52820/55419/. ISSN:
0716-0240.
[6] Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo. (PNUD). (2022). World Inequality Report 2022, European Research Council,
no. 10, pp. 1-236.
https://wir2022.wid.world/www-site/uploads/2022/03/0098-21_WIL_RIM_RAPPORT_A4.pdf
[7]
Banco Mundial. (2022c). Índice de Gini, Datos de libre acceso.
[8] Comisión Económica para América
Latina y El Caribe (CEPAL). (2022). Panorama social de América Latina. Chile:
CEPAL.
https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/46687/S2100150_es.pdf
[9] Organización de las Naciones
Unidas. (ONU). (2023). Brecha Salarial. ONU Mujeres. América Latina y El
Caribe. Empoderamiento económico.
https://lac.unwomen.org/es/que-hacemos/empoderamiento-economico/epic/que-es-la-brecha-salarial
[10] Organización de las Naciones
Unidas. (ONU). (2023). Brecha Salarial. ONU Mujeres. América Latina y El
Caribe. Empoderamiento económico.
https://lac.unwomen.org/es/que-hacemos/empoderamiento-economico/epic/que-es-la-brecha-salarial
[11] Organización Internacional del Trabajo. (OIT). (2004).
Por una globalización justa: crear oportunidades para todos. Comisión Mundial
sobre la Dimensión Social de la Globalización, Suiza: ONU.
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