El Principito como metáfora del viaje llamado vida y las sinergias entre (Nos)otros
Por Karla Denisse Martínez Roldán
Está
iniciando un nuevo año el cual nos traerá nuevas aventuras personales,
profesionales y sociales, considero es un buen momento para recordar un cuento
poético clásico escrito por el francés Antoine de Saint-Exupéry, una obra
publicada en 1943 la cual ha trascendido más allá de su época “El Principito”, un
cuento que nos habla sobre un piloto perdido en el desierto donde conoce a un
pequeño Príncipe quien proviene de otro planeta.
El
personaje principal “El Principito” a través de las charlas que tuvo con el Piloto
nos muestra las aventuras que vivió hasta llegar al planeta tierra, así como lo
que tuvo que dejar para iniciar su viaje, haciendo referencia de una pequeña
flor que procuro y cuido hasta que floreció a la cual amaba mucho y consideraba
única más allá de su vanidad. Tras la despedida con su flor inicio el viaje por
siete mundos donde conoció diversos personajes, cada uno vivía en distintos
planetas con características diferentes y personalidades, estos siete planetas
nos dan un contexto que quiero resaltar.
Al
momento de leer el cuento observamos cómo eran cada uno de ellos, el rey creía
que todos los hombres eran sus súbditos, el vanidoso consideraba que los otros
hombres eran sus admiradores y él solo entendía las alabanzas, el bebedor quien
solo bebía para olvidar que tenía vergüenza de beber, el hombre de negocios el
cual se encontraba muy ocupado y refería que tenía mucho trabajo y que él era
una persona seria quien no se divertía con tonterías; el farolero quien era
fiel a su consigna y que a la perspectiva del principito era el único que se
ocupaba de una cosa ajena a sí mismo, el geógrafo quien se consideraba
demasiado importante para andar explorando y por último al piloto quien fuere
su gran amigo, pero que en ocasiones estaba más preocupado por reparar la falla
de su avión y su problema para no morir de sed.
Estos
personajes muchas veces no solo se ven en los cuentos, han trascendido la
realidad donde en algunas ocasiones alguno de nosotros hemos habitado ese
planeta y nos convertimos en el personaje que lo habita, nos envolvemos en solo
nuestro entorno inmediato y perdemos de vista el gran universo en el que
habitamos, como refiere la frase “cada cabeza es un mundo”, eso es muy cierto,
pero que pasaría si cada mundo (nosotros) no perdiéramos de vista el universo
(sociedad) del que somos parte.
En
los últimos tiempos nuestra sociedad ha sido muy cambiante y en ocasiones en
lugar de volverse más solidaria, se convierte más individualista, nos
enfrascamos en nuestro mundo volviéndonos en alguno de los personajes que
conoció el Principito, olvidándonos o no involucrándonos en las problemáticas o
decisiones que nos incumben a todos. Si nos damos cuenta cada personaje tenía
habilidades diferentes, que de ser posible unirse harían más maravilloso su
universo.
Así
cada uno de nosotros, aun y cuando habitemos alguno de los planetas que hablo
el Principito o algún otro que nosotros mismos hayamos creado y estemos
habitando, al involucrarnos en nuestro entorno familiar, laboral o social realizaríamos
grandes aportaciones, por el motivo de que todos somos diferentes podremos
poner cada una de nuestras habilidades en cualquier aspecto ya sea cultural,
económico, educativo o político lo que marcara una gran diferencia, permitiendo
que la sociedad de la que somos parte se fortalezca.
Es
probable para generar esos cambios sociales que buscamos debamos de abandonar
cosas, así como lo hizo el Principito con su flor que tanto amaba, pero es
probable que realicemos nuevos amigos que nos enseñen nuevas y maravillosas
cosas como lo hizo el zorro y su secreto el cual era muy simple: “no se puede ver bien, sólo con el corazón.
Lo esencial es invisible a los ojos”. Estas sencillas, pero profundas
palabras nos recuerdan que lo verdaderamente importante es aquello que hacemos
con amor y de corazón, lo cual permite que lo esencial que realicemos de manera
cotidiana deje huella, permitiendo se genere el cambio que sabemos será bueno
para nosotros.
Realicemos
sinergias entre nuestros planetas y esto hará que brille más nuestro universo,
tomemos en cuenta el secreto del zorro y no caigamos en lo que decía el
Principito con los habitantes de cada planeta “las personas mayores son muy
extrañas”, los cuales estaban más enfrascados en su planeta y en ellos, que no
les importaba lo que pasaba a su alrededor. Los cambios no serán inmediatos,
pero el involucrarnos y ser más participes permitirá que esos granitos de polvo
de estrellas hagan nuestro universo un lugar mejor y maravilloso.
Comentarios
Publicar un comentario