El plano astral como referencia de la justicia en Ciudad de las Bestias y Wakanda Forever
Por Valeria Hernández
Si acudieron a ver la película Wakanda Forever entonces deben leer Ciudad de las Bestias de Isabel Allende. Al igual que la cinta, la novela de la prodigiosa escritora chilena nos invita a entender la cultura de nuestro continente. La combinación de ambas obras artísticas resulta favorecedor para aceptar la cultura de los pueblos originarios de América.
Ciudad de las Bestias es la historia de Alex Cold, un adolescente de los Estados Unidos que realiza una expedición al Amazonas con su abuela Kate. Juntos se unen a la excursión de International Geographic, integrada por un equipo de antropólogos, especialistas y empresarios contratados para investigar y fotografiar a una bestia parecida al Yeti. Sin embargo, el jefe de la expedición los ha engañado y el verdadero propósito es exterminar a una población aborigen para poder explotar la zona. Para ello sólo necesitan hacer contacto con la tribu, pues de inmediato se contagiarán de enfermedades occidentales.
Hasta aquí es lo mismo de siempre. Un grupo de gente blanca perteneciente al poder hegemónico masacra poblaciones de gente inocente por intereses económicos. De forma idéntica sucede en Wakanda y en el Reino submarino de la Atlántida. Un grupo poderoso de Estados Unidos desea explotar el vibranium en territorios de pueblos originarios, pero ellos mostrarán resistencia.
Al igual que Marvel, Allende intentó reivindicar al indígena en su papel frente a los colonizadores, pero también cometió errores como la gran productora americana. Uno de los problemas de la historia es que en algunas ocasiones infantiliza a los personajes indígenas. Por otro lado, Marvel se equivoca al hacer lo opuesto, el personaje de Namor se muestra exacerbadamente seguro, poderoso y es un gran estratega, pero a veces el personaje se siente irreal. En ambos caso dotar a los personajes de inferioridad o superioridad no genera empatía.
Es por eso que hay un ventaja en leer Ciudad de las Bestias sobre ver Wakanda Forever. La chilena recurre al realismo mágico para sumergirnos en la voluptuosidad del Amazonas, la descripción realista de la naturaleza contrasta con lo sobrenatural de la chamanería, los poderes de la gente de la niebla y con el Yeti del Amazonas. Sin embargo los elementos mágicos están cargados de las dinámicas del mundo real. Esta combinación abre nuestra imaginación y permite digerir en nuestra mente la sabiduría de los pueblos amazónicos. Esos pueblos que se asemejan a bibliotecas vivientes por el dominio del conocimiento de los usos medicinales de bosques y selvas. Es muy difícil no sentirse orgulloso de los pueblos aborígenes cuando descubres su visión ecocéntrica del medio ambiente ligada a la vez a un sistema económico, soberanía alimentaria, un sistema electoral y un propio sistema de justicia inspirado en la naturaleza.
Para tomar una decisión sabia y justa la población ficticia denominada "gente de la neblina" recurre a la Ayahuasca [p. 170]. La bebida les permite contactar a sus ancestros. De esta manera, la sabiduría del pasado es tomada en cuenta. Análogamente el uso de una poción mágica también está presente en Wakanda, es a base de la hierba en forma de corazón (pantera negra) que se ingresa al plano astral para contactar con los ancestros y para abrirse al propio conocimiento espiritual.
La gente de las tribus tiene claro que razonar es un peligro para la justicia. Alexander Cold lo entiende y su desarrollo espíritual se simboliza cuando el decide pensar con el corazón [p.176].
En Ciudad de las Bestias la persona más justa es la más sabia y este es el papel de los chamanes. Walimai, el chamán de Ciudad de las Bestias, es una persona que ha pasado por muchos trabajos de expiación y dicho esfuerzo espiritual le permite vivir con los Dioses, tener el poder de curar, dar consejo e interpretar los sueños. Para este cargo espiritual se requiere nacer con alma de chamán, quienes ostentan el cargo se caracterizan por poseer la disciplina para vencer las tentaciones y controlar su cuerpo. Además, carecen de deseos y necesidades [p. 186].
La cultura popular y la literatura nos invitan a contactar con los sentimientos y apostar por el conocimiento personal como pasos previos a tomar decisiones justas.
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Allende, Isabel, "La ciudad de las bestias", Barcelona: Random House Mondadori, 2002.
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