Mentiras piadosas ¿Un mal necesario? A propósito de Pinocho
Por Karla Denisse Martínez
Pinocho
es un personaje clásico de la literatura universal y la cultura pop creado por
el italiano Carlo Collodi para el famoso cuento con el que todos crecimos “Las
Aventuras de Pinocho”. Su autor, supongo, nunca imaginó que esta obra literaria
trascendería al pasar de los años y menos que se clasificaría en el género de
literatura infantil. Si leemos el texto original advertimos que el personaje
tuvo un final trágico que contrasta con el que actualmente conocemos.
De
esta obra literaria se han realizado diversas adaptaciones en la cultura pop
como en el cine, historietas, teatro y televisión. Recientemente la plataforma Disney+
estrenó en película con actores reales mezclando animación (live action)
una nueva versión del clásico “Pinocho”. El estreno de esta cinta nos hace
recordar a Geppetto (un carpintero italiano), quien talla una marioneta en
forma de niño con el fin de recordar al pequeño que había perdido. Todos
conocemos como Pinocho cobró vida y cómo se le dio una conciencia (Pepe grillo),
a fin de que aprendiera a distinguir entre el bien y el mal, y con eso lograr
convertirse en un niño de verdad si podía ser “sincero, valiente y generoso”. Para
conseguir esto Pinocho tuvo que vivir diversas experiencias.
En
el desarrollo de la película nos percatamos de las situaciones adversas que
vive Pinocho, mismas que podemos comparar con lo que actualmente vivimos como
sociedad. Podrán pensar, ¿Cómo la película de “Pinocho” se puede comparar con
situaciones jurídico-políticas? Y mi respuesta es, ¿por qué no?
Puede
ser muy arrebatado asemejar esta película con el tema. Sin embargo, al analizar
las experiencias que vive Pinocho se advierte que detrás de cada caso hay
dilemas éticos y morales que dan pie a la equiparación.
Una
de las situaciones que vivió fue el ser engañado por un zorro y un gato para
que no asistiera a la escuela y mejor buscara ser famoso y rico, lo que supuestamente
haría que su padre estuviera muy orgulloso de él. Lo anterior tiene semejanza
con la vida política, si hacemos una comparativa de esta situación con la vida
real, “Pinocho” representa a nuestros candidatos o gobernantes, quienes buscan
cumplir con las expectativas de la sociedad a fin de contribuir en la mejora de
la misma, buscando llegar al cargo o poder ejercerlo. No obstante, en ocasiones
llegan a ser engañados por aquellos que solo buscan intereses y beneficios particulares,
por lo que aún y cuando cuentan con una conciencia pueden ser deslumbrados por los
supuestos beneficios.
Sabemos
que Pinocho a pesar de ser persuadido a no acudir a la escuela, si asistió, pero
lo echaron de la misma por ser una marioneta. A consecuencia de eso, el zorro y
el gato lo vendieron al teatro de las marionetas, no sin antes alejar a su
conciencia de él. Aún y cuando él no entendía mucho lo que sucedía a su
alrededor, se deslumbró con lo que ocurría y los supuestos beneficios que
adquiriría en el teatro. Análogamente, en la arena política los candidatos o
nuestros gobernantes al momento de estar buscando llegar al poder o ejercer el
cargo se enfrentan a situaciones desalentadoras que los desvían de su verdadero
objetivo. A veces se dejan encandilar por los supuestos beneficios que traen opciones
más laxas; sin reparar de manera inmediata en las posibles consecuencias que
traerá.
Pinocho fue enjaulado en el teatro de las marionetas y después fue rescatado por su conciencia (Pepe grillo). Las mentiras que dijo provocaron que le creciera la nariz, de esta manera Pepe grillo alcanzó la llave que abriría la jaula. Es interesante esta parte, nos lleva a la reflexión sobre si son necesarias o adecuadas las “mentiras piadosas” o “verdades incompletas” pronunciadas por nuestros gobernantes para cumplir ciertos fines o evadir la realidad. Actualmente podemos ver en diversos medios tradicionales o digitales situaciones en las que en ocasiones los políticos pronuncian mentiras piadosas o algunas veces nada piadosas. Todo depende de la perspectiva de cada quien.
Algunos
podrán pensar que las mentiras son necesarias para mantener el equilibrio y la paz
social, otros podrán indicar que decirlas no ayudan en nada y sólo empeoran las
cosas. Este debate nos puede llevar a la cuestión de reflexionar sobre la ética
y la moral de cada persona, sin llegar a un punto de acuerdo, ya que todos
tenemos perspectivas diferentes.
Las
experiencias que vivió Pinocho son variadas, entre las principales podemos
citar cuando se fue con el Cochero, el ser tragado por un monstruo marino junto
con Geppetto y lo que hizo para salvarlo, pero no quiero dejar pasar desapercibido
lo que se le indicó a Pinocho de como lograría ser un niño de verdad. De manera
algo literal se le indicó que debía ser “sincero, valiente y generoso”.
Entonces,
podemos llegar a interpretar o preguntarnos si estas tres cualidades son
necesarias para ser un verdadero candidato o gobernante. Es interesante esto,
nos puede llevar a voltear hacia nuestros candidatos donde haya procesos
electorales o a nuestros gobernantes en el ámbito municipal, gubernamental o federal
para saber si tienen estas cualidades. Pero determinar su idoneidad dependerá
de cada uno de nosotros, ya que tenemos visiones e ideologías distintas, pero
esto no debe de ser una causa para contrapuntearnos, si no debe de ser motivo
para que seamos respetuosos y cada uno desde nuestra trinchera hagamos algo
para salvar lo que más amamos. Así como Pinocho lo hizo para salvar a Geppetto.
En
conclusión, reflexionemos si las mentiras piadosas son necesarias y si debemos
cada uno de nosotros desarrollar las tres cualidades para poder hacer el cambio
que se necesita de verdad en la sociedad.
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