La injusticia de los matrimonios forzados en la literatura mexicana del siglo XIX


 Por Valeria Hernández Reyes

La reseña del día de hoy se inspira en un escritor polifacético del siglo XIX, cuyo nombre está inscrito con letras de oro en el muro de honor de la Cámara de Diputados, ¿su nombre?, Ignacio Manuel Altamirano.

La obra novelística de este autor es breve, pero muy relevante porque termina con la imitación de la literatura europea e instala una literatura nacional representativa de la cultura mexicana. La novela más importante de Altamirano es El Zarco (1888), porque describe los aspectos sociales y políticos de la época, como el racismo hacia los indígenas y la ineptitud del gobierno mexicano para acabar con el crimen, en específico con Los Plateados, un temible grupo de bandidos que asolaba Yautepec hoy estado de Morelos. Sin embargo, existen elementos del Derecho que he identificado gracias a la lectura del artículo “Seducidas y robadas. Apuntes judiciales y extrajudiciales sobre el rapto en el siglo XIX” me refiero al delito de rapto, que constituye parte fundamental de la trama de la novela.

En el siglo XIX, el matrimonio era acordado por los progenitores de la pareja de novios, una costumbre que hoy se podría tipificar como matrimonio forzado por violar el libre consentimiento de uno o ambas partes o como matrimonio arreglado por ser concertado por las familias de los cónyuges, pero bajo el libre consentimiento de la pareja. Hoy en día, estas prácticas son violatorias de numerosos tratados internacionales, pero en nuestro país fue una práctica común basada en una fuerte cultura patriarcal. La diferencia entre hombre y mujer era abismal. La mujer solo tenía un rol reproductivo. El concepto sobre su inferioridad era tal, que, el matrimonio surgió como una forma de transferir la carga de su sustento económico a un hombre. Ya que la mujer no tenía ningún papel en la fuerza laboral y por lo tanto las condiciones sociales le impedían que se valiera por sí misma. 

Así como Manuela, una de las protagonistas de la novela, muchas mujeres confiaban en el rapto como una forma de gozar de autonomía y libertad sobre sus proyectos de vida. Sin embargo, la desigualdad entre hombre y mujer se manifestaba inmediatamente. Muchos hombres contraían matrimonio con el objetivo de aprovecharse de ellas, ya que su interés era desposar a una doncella (mujer virgen), una vez cumplido el deseo erótico, la mujer pasaba a un segundo plano. Al darse cuenta la fémina que no mediaba el amor, acudía a las autoridades a interponer una denuncia.  De esa forma surgió el delito de seducción y rapto. El rapto protegía como bien jurídico el interés de los padres, y también otros bienes como el prestigio, el honor y la buena fama de la familia.  Para resolver estos conflictos, el juez se valía de consultar Las Siete Partidas, el cuerpo jurídico más famoso y utilizado en Hispanoamérica, redactado entre el año 1256 y 1265 en tiempo de Alfonso X de Castilla. 

En “Seducidas y robadas. Apuntes judiciales y extrajudiciales sobre el rapto en el siglo XIX”, se encuentran historias muy tristes sobre las humillaciones que sufrían las mujeres al tener que explicar detalles de su vida íntima que giraban en torno a su virginidad como parámetro de su valor como persona.

La lectura de El Zarco, es muy importante para comprender el machismo en México y la lucha por la libertad sexual de las mujeres, que ha sido y sigue siendo un reclamo por la igualdad entre hombres y mujeres. Así como también elemental para seguir cuestionando o diseñando una figura del matrimonio que responda a las necesidades de la familia del siglo XXI. 

Referencia: Narváez Hernández, J. R. (2005). Seducidas y robadas. Apuntes judiciales y extrajudiciales sobre el rapto en el siglo XIX. En Historia de la justicia en México, siglos XIX y XX (449-471). Tomo I. México: Suprema Corte de Justicia de la Nación.


Comentarios

  1. 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼 Ya espero la siguiente publicación

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  2. Gracias por recordarme tiempos de adolescencia, y desde luego, la lectura del Zarco, muestra la cultura de un México en formación y los retos para el progreso de la Nación.

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