Dos citas de Óscar Correas sobre la poesía en el derecho
Por Manuel de J. Jiménez
Por ejemplo, mientras
Antonio Carlos Wolkmer comenta sobre el proyecto de Crítica jurídica lo siguiente: “Óscar Correas, jurista argentino
radicado en México, destaca como uno de los principales teóricos del
pensamiento crítico mexicano y uno de los responsables por el éxito de las
publicaciones de Crítica Jurídica. A
partir de presupuestos ofrecidos por el marxismo hace una crítica contundente
al derecho moderno (…)”; Enrique Cáceres apenas apunta: “En 1984 surge un
intento por promover una filosofía del derecho dentro de esa tradición
[marxista] por parte de Óscar Correas, quien funda la revista Crítica
Jurídica que, desafortunadamente, tiene poca duración”. Habrá que aclarar
que la revista se sigue publicando al día de hoy con textos de una nueva
generación de juristas, que en gran medida fueron sus discípulos.
Para preparar el curso y
cumplir con otros compromisos, tomé los dos libros de Metodología jurídica y me puse a (re)leerlos. Me sedujo la manera
en cómo Correas entiende la potencialidad epistemológica de esta materia que,
en muchos casos, pasa por el aula como un curso de llenado de “formularios” sobre
lo que debe ser una investigación. En los libros encontré dos citas que
llamaron mi atención. Cuando el profesor argenmex describe el verificacionismo
absoluto propio de la filosofía analítica que afirma que todo lo que se diga
debe ser científico, “De lo contrario, mejor ni hablar. O dejarlo a la poesía,
donde los sinsentidos pueden adquirir algún sentido”, pensé entonces en el
surrealismo y en la poesía del lenguaje. Después recordé la iuspoética que
buscaría los sentidos del tecnolecto jurídico para dispensar sinsentidos. Así,
una acepción de la iuspoética dice “escritura del delirio institucional”.
Desde siempre imaginé el
proyecto Iuspoética en escala de
grises. Lo poético en el derecho, cuando escribí esos primeros libros hace más
de diez años, estaba en su tragedia y dolor. Quizás encontré una solución,
medianamente satisfactoria, a eso que se niega a estrechar el guante jurídico:
“(…) el tema de lo bello, ha construido, desde siempre, el objeto de reflexión
de la Estética, que no nos toca para nada, a menos que alguien le encuentre
algo bello al derecho”. Buscar lo poético −lo creativo− más allá de lo bello,
querido maestro.
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