Dos citas de Óscar Correas sobre la poesía en el derecho

 


Por Manuel de J. Jiménez

 Actualmente se lleva a cabo el Seminario “Introducción al pensamiento de Óscar Correas y la crisis de la forma jurídica moderna” en el Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM, organizado por Víctor Romero Escalante, Diana O. Mejía Hernández y quien escribe estas líneas. Sin duda, la figura de Óscar Correas es fundamental para proyectar ese otro derecho, combativo y subterráneo, que se aleja de la forma liberal burguesa. El vacío que dejó su partida en la academia jurídica mexicana y latinoamericana es insondable, aunque la valoración de su trabajo sea contrastante, considerando el elemento ideológico –descrito en varios de sus libros− que se haya detrás de los discursos y opiniones de los juristas.

Por ejemplo, mientras Antonio Carlos Wolkmer comenta sobre el proyecto de Crítica jurídica lo siguiente: “Óscar Correas, jurista argentino radicado en México, destaca como uno de los principales teóricos del pensamiento crítico mexicano y uno de los responsables por el éxito de las publicaciones de Crítica Jurídica. A partir de presupuestos ofrecidos por el marxismo hace una crítica contundente al derecho moderno (…)”; Enrique Cáceres apenas apunta: “En 1984 surge un intento por promover una filosofía del derecho dentro de esa tradición [marxista] por parte de Óscar Correas, quien funda la revista Crítica Jurídica que, desafortunadamente, tiene poca duración”. Habrá que aclarar que la revista se sigue publicando al día de hoy con textos de una nueva generación de juristas, que en gran medida fueron sus discípulos.

Para preparar el curso y cumplir con otros compromisos, tomé los dos libros de Metodología jurídica y me puse a (re)leerlos. Me sedujo la manera en cómo Correas entiende la potencialidad epistemológica de esta materia que, en muchos casos, pasa por el aula como un curso de llenado de “formularios” sobre lo que debe ser una investigación. En los libros encontré dos citas que llamaron mi atención. Cuando el profesor argenmex describe el verificacionismo absoluto propio de la filosofía analítica que afirma que todo lo que se diga debe ser científico, “De lo contrario, mejor ni hablar. O dejarlo a la poesía, donde los sinsentidos pueden adquirir algún sentido”, pensé entonces en el surrealismo y en la poesía del lenguaje. Después recordé la iuspoética que buscaría los sentidos del tecnolecto jurídico para dispensar sinsentidos. Así, una acepción de la iuspoética dice “escritura del delirio institucional”.

Desde siempre imaginé el proyecto Iuspoética en escala de grises. Lo poético en el derecho, cuando escribí esos primeros libros hace más de diez años, estaba en su tragedia y dolor. Quizás encontré una solución, medianamente satisfactoria, a eso que se niega a estrechar el guante jurídico: “(…) el tema de lo bello, ha construido, desde siempre, el objeto de reflexión de la Estética, que no nos toca para nada, a menos que alguien le encuentre algo bello al derecho”. Buscar lo poético −lo creativo− más allá de lo bello, querido maestro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña de la obra "Paco Yunque" de César Vallejo (1892- 1938)

El color del cristal con que se mira: el uso de las máximas de la experiencia en los juicios

El populismo punitivista en Harry Potter