Un registro de borraduras. Sobre Copia de Dolores Dorantes
Por
Manuel de J. Jiménez
El último libro de poesía de Dolores
Dorantes (Veracruz, 1973), Copia (Mangos
de Hacha, 2021) se une a una constelación de textos literario-documentales que
dan cuenta de los procesos dolientes trazados por diversas subjetividades en el
país, sobre todo, en las últimas décadas. La poeta se distingue por una
escritura vertical e innovadora. De acuerdo con la solapa, vive con asilo
político en Estados Unidos desde 2011. En este libro, la tragedia de la
violencia institucionalizada, la ingobernabilidad y desparecidos –más quienes
están desapareciendo− es registrada entre los márgenes de la ficción, el
documento y el testimonio poético. La construcción del libro participa de
diversos discursos, fuentes y se ejecuta, en especial, una paratextualidad con
el trabajo de Ariel Vercelli, de quien Dorantes toma varios epígrafes y con
quien trabajó en conjunto el proyecto, pues algunos textos ya eran conocidos
antes de la conformación final en un libro.
En
su dimensión visual, Copia muestra o,
mejor dicho, reproduce fragmentos de
fotocopias del Diccionario Hispánico
Universal. Enciclopedia ilustrada de
la Lengua Española. Las palabras y sus acepciones son tratadas como una
fuente documental que prueban el desvanecimiento del sentido semántico y
ontológico. La lexicología y lexicografía pierden paulatinamente sus certezas metodológicas
y se abren los cauces semánticos que recupera Dorantes de diferentes maneras. Ante
un escenario adverso, donde la violencia de las normas sociales, el capitalismo
y la moralidad deterioran la subjetividad material de las personas, la
posibilidad sistémica de ajuste es la exhibición de copias que obren como originales. Copias certificadas de los
sujetos: “En trabajosa construcción. Un
destino trágico. Común. En gran copia. Este eres tú. Portátil. Estás vivo.
Este eres yo. Cada código. Este eres tú. Vienes conmigo. Vienes a brotar. Punta
del pétalo bajo la ceniza”.
El
tema del cumplimiento del deber y la sociedad de control emerge en el momento
de pensar los entramados institucionales: “Busca como si se tratara del lugar
materno, con la boca, obedecer. Bajo presión social el anzuelo que se refuerza
y se transforma de acuerdo a la estructura. Te estás borrando”. Después sucede
la biopolítica donde son modeladas las subjetividades que poco a poco olvidan
el yo genuino en favor de un compás estructurado: “En cumplimiento del deber.
Experto en aparentar. Te estás borrando. Sin tensión entre lo que es y lo que
debe ser. La tensión es una enfermedad. Moldearse. En cumplimiento del deber.
Con la frecuencia que ordene la estructura.” En este proceso, se visibilizan
algunos problemas de la hermenéutica jurídica, por ejemplo, la legalidad de la
injusticia o el origen de la criminalidad. De tal suerte que se muestran las
consecuencias de emprender el fetiche de la forma:
Criminalmente:
que comete injusticias disfrazadas de legalidad. El vacío de la apariencia de
sentir. Criminalmente. Tú eres él y eres tú. Reversible. Realismo. Derivado.
Internaliza su poder. Viola. Abiertamente. Odia la oposición a su idealización.
Vacío. Rechaza la estructura dominante. Te estás borrando. Clasifica ese
comportamiento: una identidad que se esconde, criminalmente. Disfrazada de
legalidad. Clasifica ese comportamiento: en busca de una ideología autoritaria.
Boca que busca una autoridad.
Este libro da para más
comentarios pues es una pieza atípica y necesaria dentro del discurso poético
que se está escribiendo actualmente en México. Sin duda, ofrece al lector una
poesía política cuya prosa y artefactos confrontan convenciones sociales y
literarias.
Comentarios
Publicar un comentario