“We the people”. La serie musical que nos enseña de impuestos, tribunales y derechos constitucionales de los Estados Unidos de América
Por Marco Antonio
Contreras Minero
¿Qué
tienen en común los pesos y contrapesos (check and balances) estadounidenses
con las películas Spiderman: Un nuevo universo y Frozen? En la
nueva serie: We the people, participan los creadores de estos filmes, aunque
en esta ocasión, la trama no tiene que ver con el multiverso de Spiderman, ni
con las aventuras de la princesa Elsa, sino con la ciudadanía activa, las tres
ramas del Gobierno (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), los derechos
constitucionales, los impuestos, el derecho de acceso a la justicia y muchos otros
temas.
Los
diez capítulos que integran la serie son más bien canciones con videos
animados. El objetivo es informar a un público amplio temas que se han
considerado por mucho tiempo como propios de abogados y políticos pero que, sin
duda, son de interés de toda la sociedad. We the people de Chris Nee y
producida por Kenya Barris, Michelle y Barack Obama, en la que participan
diversos artistas, está disponible en Netflix. Se trata de una iniciativa que
pretende crear conciencia cívica a través de la música y de las imágenes. Los episodios
abordan con creatividad temas que por sí mismos producirían desinterés en buena
parte de las personas.
En
uno de los episodios (Taxes) podemos ver a un gato que al ritmo del hip hop
nos explica la importancia de los impuestos para la sociedad. Una canción pop (Bill
of Rights) nos recuerda los derechos no enumerados de la novena enmienda a
la Constitución de los Estados Unidos de América. Al puro estilo del exitoso
musical Hamilton, el episodio dedicado a los pesos y contrapesos del
Gobierno (The three branches of Goverment), muestra la importancia de la
separación de poderes y sintetiza la idea de Montesquieu de que, para evitar el
abuso, el poder debe frenar al poder. Desde mi punto de vista, el video mejor logrado
es The Courts en el que se muestra la rutina de una adolescente y la
forma en que determinados asuntos judiciales se relacionan con aspectos de su
vida diaria, desde “quemarse la lengua” con un café matutino (se cita el caso: Liebeck
v. McDonald’s) hasta cuestiones de discriminación por razón de género (se
cita el caso: Darrin v. Gould).
Una
de las canciones que me pareció más interesante por la construcción de su letra
es la dedicada a explicar la relación entre el poder Federal y aquel de los
Estados de la Federación, Federal vs. State Power desarrolla los
principios del federalismo mediante dos personajes que representan ambos
poderes, respectivamente. También resultan de interés los videos dedicados a
explicar la libertad de expresión (The First Amendment) y la
participación ciudadana activa (Active Citizenship). Además, la canción We
the people, que evoca la Declaración de Independencia de 1776 redactada por
Thomas Jefferson, nos recuerda ideas clave del concepto de Constitución como: soberanía
popular y poder constituyente. Me hubiera gustado ver por alguna parte del
video la frase “La constitución de un país no es el acto de su gobierno, sino
del pueblo que constituye su gobierno” contenida en Derechos del Hombre
de Thomas Paine.
El
poema de Amanda Gorman incluido en el episodio The Miracles of Morning nos
sitúa en un contexto de crisis causada por la pandemia. Por momentos, exalta
las virtudes de un país al estilo del Discurso Fúnebre de Pericles, resaltando el
sentido patriótico. También, se distingue la intención de sembrar esperanza a
través de un estilo muy Walt Whitman.
Por
otra parte, hay cuestiones que criticar. Desde mi punto de vista, la canción
dedicada a la inmigración (Inmigration), si bien pretende destacar la
idea central de que los Estados Unidos de América es una nación de inmigrantes,
fundada por estos, como lo muestra la inclusión de Alexander Hamilton (Founding
Father of the United States of America); lo cierto es que no aborda el tema
de las violaciones a derechos humanos que sufren miles de personas migrantes.
En un video que trata de concientizar y aportar a la educación cívica, ese tema
no puede ignorarse. Considero que es preciso enunciar no sólo las virtudes sino
también los errores a fin de mostrar la mayor objetividad posible en el
tratamiento de los tópicos. Mencionar solamente las virtudes sobre algo no
educa sino adoctrina.
Asimismo,
en relación con el título de la serie, si bien la revolución estadounidense
postulaba un pretendido reconocimiento de igualdad bajo el lema: We the
people, lo cierto es que en la práctica se excluyó a un número considerable
de la población. El tema de la esclavitud (véase caso Dred Scott v. Sandford) o
bien, el trato a las comunidades indígenas (véase El Sendero de lágrimas),
entre otros, fueron hechos que contradijeron ese discurso constitucional.
En
general, la serie me parece una buena iniciativa, que vale la pena revisar. Hay
que reconocer que esta miniserie aporta en educación cívica de una manera poco
ortodoxa, lo cual se agradece. No debemos olvidar que formar personas conscientes
de sus derechos y del entorno social es muy importante para el proceso
democrático.
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