Conspiración contra Lisbeth Salander (Justicia, corrupción y poder femenino)
Por Sandra Marcela Acero Soto
El
cuestionamiento de las sociedades y sus gobiernos yace cada vez más en la
reconfiguración permanente del crimen organizado que permea escenarios
restringidos a élites políticas y económicas de países con altos niveles de
corrupción, posicionándose como actor
estratégico para debilitar las estructuras y el orden legal e institucional, a
través de una “concesión de violencias silenciosas” que transgreden
constantemente los derechos del inmenso porcentaje de personas y comunidades,
que por supuesto no participan de esos círculos delictivos.
La soslayada instalación de esas “empresas
criminales” que ofrecen servicios ilegales tanto en las esferas estatales como
al contexto de privados poderosos, trae inmersa una impecable articulación y un
cálculo cuidadoso que permiten evaluar medios y fines beneficiosos para quien
haga uso de dichos servicios non sanctus,
y que posteriormente soportarán con discursos de desarrollo y seguridad
nacional para legitimar los detrimentos “necesarios para alcanzar el estado de
bienestar de un pueblo”. Pero cuando se atraviesan las porosas fronteras entre
los derechos de los ciudadanos y gobiernos corruptos que buscan su estabilidad
y permanencia en el poder a cualquier precio, la incertidumbre impide que
dichos administradores de la autoridad cumplan su papel de regulador,
advirtiendo un claro sesgo a favor de intereses particulares, mientras se
observa cómo se vulneran de manera sistemática las garantías constitucionales
de grupos y personas, que no pertenecen a círculos económicos o políticos
poderosos, en los que la exigibilidad de los derechos es oportuna y siempre
viable.
Desafortunadamente escenarios de esta
naturaleza, comprometen frecuentemente a mandatarios nacionales y locales,
funcionarios gubernamentales y servidores públicos, que como consecuencia de
sus actuaciones al margen de las leyes establecidas, terminan por borrar la
línea que los diferencia de las mafias y las empresas criminales. Pertenecer a
este tipo de círculos con intereses oscuros, supone contar con herramientas
legales siempre disponibles para su defensa así como lograr efectos
contundentes de sus decisiones aunque éstas sean arbitrarias. En este sentido,
enfrentarse a éstos poderosos en juicios legales buscando equidad desde la
orilla de “imputado requerido como garante de otros intereses particulares”,
advierte en muchas ocasiones, que para demostrar la inocencia del acusado se
debe acudir a estrategias como la identificación y el señalamiento de cualquier
error cometido por dichos poderosos, encontrándose con franjas que pueden
desbordar la aplicación del derecho y precipitar a víctimas y defensores a
bordear la ética jurídica para acercarse a la justicia.
Siguiendo lo anterior, este documento hace
un análisis de la obra literaria La reina
en el palacio de las corrientes de aire, que hace parte de la trilogía
escrita por Stieg Larsson (1954-2004) y publicada en 2005 luego de su repentina
muerte como consecuencia de un infarto. Esta obra concebida en el marco de la
novela negra, se desarrolla en un contexto de odio, corrupción, muertes
violentas y personajes siniestros, que recuerdan la producción y reproducción
de violencias y abusos propios de las sociedades humanas a lo largo de la
historia. Un texto que gira su mirada hacia las deficiencias de sistemas
legales que no garantizan los derechos individuales, y que refleja el
protagonismo de políticos corruptos que llevan al límite sus intereses,
facturando engaños, fraudes, violaciones y homicidios entre muchos otros
delitos. Una historia que permite hacer una interesante reflexión acerca de la
utilización de medios ilegales y la recolección de pruebas al margen de la
cadena procedimental legal establecida, como única esperanza de justicia para
Lisbeth Salander, victimizada en un Estado de Derecho, por el sistema, por el
gobierno y por su propio padre; Alexander Zalachenko, un ex agente ruso,
protegido por el régimen mientras brinda información de contraespionaje al
gobierno de Suecia.
Tomado
de Nuevos Paradigmas de las Ciencias
Sociales Latinoamericanas, vol. III, n.o 6, julio-diciembre 2012, Sandra M.
Acero S. pp. 69 a 104.
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