Amuleto de Roberto Bolaño y la memoria

 



Por Juan Jesús Garza Onofre


Sin lugar a dudas, uno de los temas comunes dentro de la literatura de Roberto Bolaño es la continua evocación a una generación entera de jóvenes latinoamericanos, la del 68, que se va difuminando entre su misma inocencia y los ánimos represivos de quienes se le oponían. Como bien se ha señalado, los personajes sobre los que se construyen las tramas de Roberto Bolaño expresan “la existencia de un pasado detrás, un pasado que dejan o que los persigue”, y que necesariamente los hace estar en constante movimiento, huyendo de dictaduras y de persecuciones políticas, de enigmas inexplicados y de misteriosos designios, buscando a toda costa un lugar en el cual subsistir (VERES: 2010).

 

En tal sentido, tanto Chile como México (países profundamente significativos para el escritor) constituyen un par de escenarios cruciales en los que se desarrollan acontecimientos que provocaron importantes quebrantos en el curso de la historia de Latinoamérica en los años posteriores. Mientras que la masacre estudiantil de Tlatelolco representa un punto de inflexión, señalando el inicio del desplome del ideario revolucionario que cobró fuerza durante la década del sesenta, el golpe militar chileno de 1973 determina su clausura radical (MAINO SWINBURN: 2010).

 

Así, dentro del vasto universo literario de Bolaño, su novela Amuleto es un buen ejemplo que refleja tanto los ánimos del escritor por explorar la identidad de lo latinoamericano como su obsesión por destacar el carácter de supervivencia en sus personajes —que a la vez sirve sobre todo para protestar por un hecho represor ocurrido en el pasado—, a través de un peculiar ejercicio de memoria histórica.


Publicada en mayo de 1999, un año antes de que terminara el siglo XX y un año después de que Bolaño comenzara a ser reconocido y laureado por la publicación de Los detectives salvajes, su novela Amuleto[1] surge precisamente a partir del cuarto capítulo de la segunda parte de la obra antes mencionada (donde se recogen más de cincuenta testimonios ficticios de personas que conocieron a los poetas Arturo Belano y Ulises Lima, alter egos respectivamente de Roberto Bolaño y su mejor amigo Mario Santiago Papasquiaro) en el cual hace referencia a la historia de Auxilio Lacouture.

 

Haciendo una reescritura de las diez páginas que comprende dicho apartado de Los detectives salvajes, y cuyas primeras palabras son: Auxilio Lacouture, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, México DF, diciembre de 1976, Roberto Bolaño desarrolla catorce capítulos en Amuleto, en los que se narra la historia de dicho personaje, una exiliada uruguaya “cuya voz en primera persona es dominada por una sensibilidad melodramática y cursi, configurando al mismo tiempo una parodia del mundo intelectual mexicano y latinoamericano” (OGARRIO: 2009).

 

La crítica literaria Cecilia Manzoni ha denominado “autofagia” al movimiento recurrentemente utilizado por Bolaño en el que retomando un fragmento de  un libro (en este caso Los detectives salvajes) lo desmenuza, y en el mismo acto lo reconstruye de manera independiente en otra obra (Amuleto) en la cual recupera zonas ocultas del fragmento original (MANZONI 2002: 176). [2]

 

Bajo dicha lógica, no es posible configurar a Amuleto como una novela clausurada, o acaso que finalice después de las ciento cuarenta páginas que la componen sino que, por el contrario, su lectura estimula el análisis y la relectura de otras obras del escritor nacido en Chile. En igual sentido, la lectura de Amuleto por su alto contenido político, sirve a manera de ejemplo que conjuga claramente la forma en que Bolaño realiza una refinada crítica al establishment cultural y denuncia los totalitarismos en Latinoamérica que frustraron las aspiraciones de muchos jóvenes en aquellas épocas. De ahí entonces, que “la relación entre Amuleto y el resto de la obra de Bolaño es paradigmática” (ROJAS PACHAS: 2009).

 

Amuleto trata sobre la poeta uruguaya, exiliada en México, D.F., Auxilio Lacouture, quien a través de un delirante y obsesivo monólogo plasma el panorama general sobre la vida cultural mexicana en los años sesenta. Escondida en los baños del cuarto piso de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM durante la ocupación militar en septiembre de 1968, la protagonista evoca distintos episodios de su vida en México al lado de artistas y personajes de la vanguardia literaria, para así entremezclarlos con sueños, pesadillas y visiones que intentan tanto prevenir a una contradictoria generación de jóvenes latinoamericanos sobre los hechos atroces que ocurrirán en los próximos años, como mantener vigente en el imaginario social dichos acontecimientos una vez que han sucedido.

 

Auxilio Lacouture, narradora ficticia de la novela, se inspira en alguien real de nombre Alcira Soust Scaffo, quien no solo era poeta uruguaya y amiga de distintas personalidades de la literatura en aquella época y entorno, sino que también, en uno de los episodios más absurdos de los hechos ocurridos en el 68 mexicano, comparte con la protagonista de Amuleto el terror por el ejército mexicano que la hizo esconderse en los baños de mujeres de la UNAM, permaneciendo allí “quién sabe cuántos días, aterrada, tomando solo agua, esperando el momento en que ya no escucharía las botas militares para salir de su escondite” (Poniatowska 2003).

 

Nacida en 1923, en la ciudad de Durazno, Uruguay, Alcira vive sus primeros 28 años en su país natal, trabajando de maestra en una escuela de la localidad y emigra a México en 1952, gracias a una beca otorgada por la UNESCO para realizar estudios en el Centro Regional de Educación Fundamental para América Latina. Ocho años después se casa con un médico, y en 1962, “acaba para siempre con el matrimonio y comienza su historia de asceta peregrina”, desprendiéndose de sus pertenencias, perdiendo a voluntad propia su pasaporte y otros documentos, y viviendo con solo un bolso como equipaje y de casa en casa, dependiendo de la disposición de sus conocidos (BAJTER 2009: II). Debido a su conocimiento de la lengua francesa, obedecido en parte a su ascendencia, así como también a su carácter simpático y afable, Alcira poco a poco comienza a involucrarse en la UNAM y a ser conocida entre el personal de la misma, realizando traducciones e interviniendo en diversos proyectos dentro del área de humanidades que le dejaban algo de dinero para subsistir. Teniendo una fuerte relación con el movimiento estudiantil, de esta forma conoce y se hace amiga del escritor y activista referente de la izquierda mexicana José Revueltas, quien incluso llega a escribir unas líneas sobre Alcira, mucho antes que Bolaño.

 

Al ser la única persona que se encuentra en la UNAM mientras el ejército amedrenta a los jóvenes estudiantes y fragua la solución final a las protestas ocurridas en 1968, Alcira se oculta en los baños durante doce días y sobrevive para convertirse en una especie de leyenda que, bajo la intensa vida cultural e intelectual del México de aquellos años, resultó profundamente significativa, a la vez que atractiva para quienes la rodeaban. En 1970 conoce a Roberto Bolaño y se hace amiga de él y de su grupo de amigos, así como de su familia, quien durante varias estancias le brindan hospedaje en casa de su madre. Acaso este tiempo será donde confluyen más anécdotas y vivencias que hacen de la uruguaya una persona conocida dentro del medio artístico. No obstante, después de algunos años y sobre todo una vez pasado el fervor de la intensa vida cultural de la época anterior, en 1984 distintos profesores y funcionarios de la UNAM, en parte hartos por su presencia y en parte mostrando compasión por Alcira deciden comprarle un boleto de vuelta a su país de origen (BAJTER 2009: II y III).

 

Viviendo en períodos cortos en casas de familiares, despareciendo intermitentemente, deambulando solitaria por distintas ciudades de Uruguay, hasta llegar finalmente a encontrarse internada en un sanatorio mental, todos coinciden en que Alcira “regresó de México, bastante perturbada luego de los episodios de la UNAM que relata Bolaño y de algún desencuentro afectivo” (YACOBAZZO 2009: IV). Así entonces, esta mujer fue desapareciendo hasta perderle la pista y muchos años después, debido al fenómeno editorial de Bolaño, diversas personas que se avocaron en su búsqueda descubrieron que Alcira murió un año antes de la publicación de Los detectives salvajes (YACOBAZZO 2009: V).

 

El personaje de Auxilio Lacouture, en línea con lo afirmado con Rodrigo Fresán, manifiesta claramente en la obra de Bolaño los denominados “monstruos esperanzados”, “los detectives salvajes”, “los sudacas voladores”, “los niños más lindos de Latinoamérica”, “los veteranos de las guerras latinoamericanas”, que vienen a constituir esa extraña especie de escritores latinoamericanos errantes, sin domicilio ni acogimiento en patria conocida (VERES: 2010), de escritores que no necesariamente escriben, de artistas cuya única obra de arte no es otra más que su vida misma; de personas que, como el mismo Roberto Bolaño, entre la trashumancia y el derrotismo de la cotidianidad, encontraron lo artístico para perdurar sus ideas a través de la historia.

 

La propuesta de Bolaño al abordar el tema de la memoria histórica desde la versión de los marginados, radica en la posibilidad de entenderla como un sagaz intento por mantener latente en el imaginario colectivo lo sucedido en aquellos años y, al mismo tiempo, reivindicar el fracaso de una generación entera de jóvenes latinoamericanos, para hacer justicia y endosar así sus anhelos y pesadumbres a quienes a partir de ahora conocerán las historias de “aquellos individuos cuya vida se desenvuelve en la periferia, al margen de las decisiones importantes, desde la memoria marcada por el horror” (CARRERAS RABASCO 2011:161). Un caso no sé si propiamente de justicia, pero, en definitiva, sí de justicia poética.

 

Bibliografía

-          Bajter, Ignacio. 2009. Poeta vagabunda y bellamente desolada. Tras las huellas de Alcira Soust. En Larre Borges, Ana Inés (Coord.) Semanario Brecha, La Lupa, 9 de enero. Montevideo.

-          Bolaño, Roberto. 1999. Amuleto. Barcelona: Anagrama.

-          Bolaño, Roberto. 1998. Los detectives salvajes. Barcelona: Anagrama.

-          Carreras Rabasco, Adrián. 2011. Roberto Bolaño, la memoria antiheroica del exilio chileno. En América sin nombre, Boletín de la Unidad de Investigación de la Universidad de Alicante: “Recuperaciones del mundo precolombino y colonial en el siglo XX hispanoamericano”. No 16, diciembre. Alicante: Universidad de Alicante.

-          Maino Swinburn, Pedro. 2010. Amuleto: la voz de Auxilio. En Espéculo. Revista de estudios literarios, Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid. No. 44, marzo - junio, año XIV. Madrid: Universidad Complutense de Madrid.

-          Manzoni, Cecilia. 2002. Reescritura como desplazamiento y anagnórisis en Amuleto. En Manzoni, Cecilia (Comp.), Roberto Bolaño: la escritura como tauromaquia. Buenos Aires: Ediciones Corregidor.

-          Ogarrio, Gustavo. 2009. Roberto Bolaño: los exilios narrados. En La Jornada Semanal, 11 de enero. Ciudad de México.

-          Rojas Pachas, Daniel. 2009. Realidades dialogantes. Lectura de cinco autores latinoamericanos generacionales. Proyecto financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile. Fondo Nacional del libro y la lectura. Arica: Editorial Cinosargo.

-          Poniatowska, Elena. 2003. Soldados de Salamina, de Javier Cercas. En La Jornada, 6 de julio. Ciudad de México.

-          Veres, Luis. 2010. Metaliteratura e identidad : Roberto Bolaño. En Amerika. Mémoires, identités, territoires, No. 3, Rennes: Laboratoire de Recherches Interdisciplinaires sur les Amériques.

-          Yacobazzo, Marlene. 2009. Ronda de la niña sola. Cuando Alcira fue mima. En Larre Borges, Ana Inés (Coord.) Semanario Brecha, La Lupa, 9 de enero. Montevideo.

 



[1]  El mismo Bolaño, en una conversación con Fernando Villagrán para le programa de televisión Off the record en diciembre de 1999,  define a su novela Amuleto como: “una novela menor, intimista, con una voz delirante que no ofrece contrapuntos o que ofrece pocos contrapuntos. Es una obra de cámara o de un solo instrumento. Eso sí: de un solo instrumento, pero para alguien que sepa dar el callo con ese instrumento”.

[2] Otros claro ejemplo de desprendimientos narrativos en la obra de Roberto Bolaño es posible encontrarlo en la novela Estrella distante, la cual nace a su vez de La literatura nazi en América.


Comentarios

  1. Reyes López Daniel Alejandro
    El acontecimiento ocurrido en el 68, logro ser un punto de partida para diversas historias, algunas ficticias (mitos)
    Y otras verídicas, por tanto, es donde uno como estudiante se pregunta ¿Que hubiera hecho yo? ¿Acaso yo sobreviviría 12 días en un baño?
    Es seguro que estaría muerto de miedo, sin embargo, es la realidad en la que a algunos les tocó vivir y que a algunos les tocó contar ...

    La intención de este tipo de lecturas, tal como dice Bolaños, es mantener la memoria de lo ocurrido, México 68 no se pierde, no se olvida, México 68 se siente.

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