La poesía de la libertad
Por Alba Nidia Morin Flores
El
pasado viernes se conmemoró con júbilo el día internacional del libro, este
año, por la pandemia que aqueja al mundo entero, gran parte de las celebraciones
se llevaron a cabo a través de plataformas digitales en donde poetas, artistas
y críticos literarios, en diversas partes del mundo, reflexionaron sobre la
importancia de la lectura y recomendaron sus obras predilectas.
A
propósito de dicha celebración vinieron a mi mente algunas preguntas cuyo
debate teórico sigue presente: ¿Cuál es la función de la literatura? ¿Qué papel
juega la poesía? y ¿Cuál es la labor del escritor? Y es que, en el mundo en el que
vivimos donde el objetivo de las grandes editoriales se ha convertido en la
publicación de obras entretenidas cuyo potencial de venta puede considerarlas
como “best seller” sin importar su
valor estético sino la renta económica producida por la obra, vale la pena replantearse
dichos cuestionamientos.
Al
respecto, ya nos recordaba el poeta y escritor peruano Manuel Scorza (1928-1983),
en el texto inédito Literatura: primer
territorio libre de América cómo la burguesía ha transformado la labor del
poeta en la de un asalariado, cómo la palabra puede oprimir y liberar al mismo
tiempo y el refugio que ésta ha constituido para los vencidos de América (1)
Es precisamente
el poema de Scorza Epístola a los poetas
que vendrán el que responde en gran medida a nuestros cuestionamientos, al
recordarnos el compromiso social de los escritores, la importancia de la
literatura y la poesía en la lucha por la libertad, por la justicia, por la
solidaridad y el cambio:
Epístola
a los poetas que vendrán
Tal vez mañana los poetas
pregunten
por qué no celebramos la
gracia de las muchachas,
tal vez mañana los poetas
pregunten
por qué nuestros poemas
eran largas avenidas
por donde venía la ardiente
cólera.
Yo respondo:
Por todas partes oíamos el
llanto,
Por todas partes nos sitiaba
un muro de olas negras,
¿Iba a ser la Poesía
una solitaria columna de
rocío?
Tenía que ser un relámpago
perpetuo.
Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire el pan
con envidia,
el trigo no podrá dormir;
mientras llueva sobre el pecho
de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.
Matad la tristeza, poetas.
Matemos a la tristeza con un
palo.
No digáis el romance de los
lirios.
Hay cosas más altas
que llorar amores perdidos:
el rumor de un pueblo que
despierta
¡es más bello que el rocío!
El metal resplandeciente de su
cólera
¡es más bello que la espuma!
Un Hombre Libre
¡es más puro que un diamante!
El poeta libertará el fuego
de su cárcel de ceniza,
El poeta encenderá la hoguera
donde se queme este mundo
sombrío.
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(1)Scorza,
Manuel. Literatura: Primer territorio libre de América. Texto inédito: https://www.nodo50.org/mariategui/literaturaprimerterritoriolibre.htm
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