La Constitución y la Justicia Postergada en "La Sombra del Caudillo"

 




Por José Ramón Narváez


La sombra del caudillo, es una novela considerada fundamental para entender la idiosincrasia mexicana, aquello que llaman "el ser mexicano", la esencia revolucionaria, para unos la perversión, para otros la afirmación; en la dialéctica se construye la cultura institucional y política, quien se adentra en la lectura de Martín Luis Guzmán no puede quedar indiferente al toparse con las siguientes líneas pronunciadas por el protagonista de la historia: 

Nos consta a nosotros que en México el sufragio no existe: existe la disputa violenta de los grupos que ambicionan el poder, apoyados a veces por la simpatía pública. Esa es la verdadera Constitución Mexicana.

¿A qué se habrá referido el ateneísta, el literato, el revolucionario, el hombre de Estado que llegó a ser senador de la República? Alguien muy cercano a Carranza, pero además jurista.

Primero resalta la cuestión de que en dicha expresión la Constitución no es un documento, es más bien práctica (política), es aquello que llaman "costumbre constitucional", la Constitución entonces sería un fenómeno social (político) que se desarrolla a través de una disputa entre "los grupos que ambicionan el poder", la disputa podríamos entenderla como proceso, una dialéctica entre lo constituido y todo aquello que pugna por ser reconocido como constitucional a través del derecho a la resistencia como lo menciona el profesor Estévez Araujo. La expresión "grupos que ambicionan el poder" suena muy cercana a factores reales del poder de La Salle. En cualquier caso la constitución sería algo dinámico y en construcción, búsqueda de proporción y justicia, ahí podrían entenderse mejor conceptos como proceso constitucional y justicia constitucional.

Pero atención, arriba, el autor señala que esta disputa es violenta y abajo, eventualmente en sintonía con la voluntad popular, cuestión que podría reforzarse con la expresión "el sufragio no existe", tal vez no es una idea que suscriba plenamente Guzmán, y aunque la novela es histórica, hay cierta ficcionalidad y retóricas que la vuelven relato vital, por ello se le ha considerado parte de la literatura telúrica, muy latinoamericana, el mismo Martín Luis Guzmán la define como geográfica, diría yo, geopolítica/biopolítica, apelando a una intertextualidad implícita y explícita, la primera es la manera críptica y codificada en la que hablan los personajes, la segunda son las repercusiones que en el sistema político ha tenido este tipo de narrativas, a mi parecer performativas.

La sombra del caudillo ha sido transliterada en otros productos de la cultura como es el caso de La ley de Herodes de Luis Estrada, donde curiosamente también hay una imagen de la constitución, de igual modo apoyada en una iconología que también remite a la violencia, la Constitución texto y una pistola, esta narrativa perdura en otro relato fílmico como lo es Mente revolver de Alejandro Ramírez Corona, la historia de una pistola que entra de contrabando por la frontera norte de México para cometer un magnicidio, muchos lugares comunes de nuestra historia electoral y política, bajo el signo de la violencia. Si vamos a las series habría que citar Historia de un crimen: El Caso Colosio, elegimos como nuestro caso criminal paradigmático un asesinato político.

Entonces el sufragio no existe y la sociedad está al margen de lo político que se presenta como disputa, parece un escenario un escabroso, pero la respuesta está en la metonimia de Martín Luis Guzmán: La sombra, el poder político omnipresente, se trata de propaganda generada por el Estado Moderno frente al asesinato de Dios, ahora hay que generar la sensación de una presencia constante de ese poder, en América Latina además encarnada en el Presidente, omnipotente, que extiende su poder patriarcal a todas las áreas. Se trata de un constitucionalismo caudillista que se estructura a partir del deseo del caudillo. La constitución permanece bajo la sombra del caudillo, no es fiscalizable, ni tangible, porque es simplemente ausencia de luz, es lo que permite una mirada holística de lo constitucional. Los constitucionalistas sólo ven luz y discurso salvífico, les falta la mitad del relato. 

Por eso la literatura es un medio poderoso para generar una teoría crítica constitucional, la justicia constitucional yace postergada detrás de una esquina donde los grupos marginados esperan su momento para poder exigir su propio espacio en el contexto constitucional.   

Comentarios

  1. Felicito al Dr. José Ramón Narváez por su análisis de la obra de Martín Luis Guzmán, la cual creo que es imprescindible para entender el proceso de la sucesión presidencial en México tras la Revolución. Casi cien años después de los hechos narrados, hoy se nos ponen los pelos de punta por la crudeza del relato, pero lo que ahí está escrito forma parte de nuestra Historia. Y eso que los nombres de los protagonistas están cambiados, y no se alude a la reelección presidencial... "El caudillo" de la novela, sin el menor asomo de duda, es Álvaro Obregón.

    Felipe Jiménez

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    1. Muchas gracias Felipe, se agradece tu comentario, además venido de un conocedor y hombre culto como tú.

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  2. Realmente me llama mucho la atención la parte que menciona que "los grupos ambicionan al poder apoyados de la simpátia pública", pues bien creo que en muchas ocasiones incluso aquellos que tienen el poder suelen buscar ganarse al pueblo mediante promesas y mentiras y al llegar estos al poder es cuando realmente comienzan a verse la mayoría de sus deficiencias en el ámbito y ejercicio del poder.
    Muy buena lectura.
    Karla Orozco

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    1. Gracias por los comentarios me parecen muy acertados. También gracias por leer.

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