El patrimonio cultural como medio para la construcción de una nueva justicia global
Por
Juan Pablo Villagrán Jiménez
En las últimas décadas hemos sido
testigos de la importancia que han cobrado los bienes culturales para
actividades como el turismo, de modo que hoy en día no es extraño cambiar una
paradisiaca playa como destino de descanso por un pueblo mágico, una zona
arqueológica o el centro histórico de alguna de las ciudades inscritas en la
lista del patrimonio mundial que elabora la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).
Este fenómeno puede analizarse desde varias aristas, por ejemplo, la cercanía
de los pueblos mágicos a algunas de las principales ciudades del país o lo sensiblemente
económico que es visitar alguno de estos destinos comparado con lo que se gasta
en una playa, sin embargo, surge la pregunta: ¿es la derrama económica el único
beneficio que aportan los bienes culturales, su conservación, investigación, promoción
y difusión?
Con
el paso del tiempo y a través de arduos estudios y mesas de diálogo entre las
diversas disciplinas afines, cada vez se ha tomado mayor conciencia sobre la
importancia de la cultura y los bienes culturales. El trabajo constante ha
permitido reconocer las diversas formas en que la cultura de una comunidad se
expresa, los valores que exalta y le dan identidad. De esta manera, la cultura
ya no se mide a partir de los “monumentos” entendidos como aquellos bienes
inmuebles que poseen características arquitectónicas, estéticas o históricas
relevantes sino, más bien, a partir de toda aquella manifestación que, en
términos de Geertz, cuenta con un valor agregado para la comunidad que la
practica y que es, precisamente, el valor simbólico; toda manifestación
simbólica es una muestra del patrimonio cultural de una comunidad. Rocha habla
del patrimonio como el acervo de bienes heredados de las generaciones que nos
precedieron, que se acrecenta con lo que agrega la generación actual y que, en
conjunto, debemos legar para el disfrute de las generaciones que vendrán. Se
añade el término cultural para
designar aquello que tiene un valor especial como testimonio de acontecimientos
relevantes, manifestaciones consideradas artísticas o preservación de modos de
vida.
De
esta manera, el patrimonio cultural es una forma a través de la cual podemos
acercarnos al conocimiento de otros pueblos y la UNESCO, consciente de ello,
apuesta por evitar los flagelos de la guerra a partir del mejor entendimiento
entre los pueblos del mundo a través de sus bienes culturales. La idea es que
el acercamiento entre los pueblos evite el uso ilegítimo y excesivo de la
fuerza como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores y a un alto costo de vidas
humanas. De esta manera, el patrimonio cultural, bien aprovechado, puede ser un
mecanismo para mantener la paz internacional, pero, además, debe tenerse en
cuenta nuestra responsabilidad de transmitir a las próximas generaciones el
legado que hemos recibido más nuestra aportación, de modo que también podemos
mencionar aquí dos importantes principios del derecho internacional: la
responsabilidad con las generaciones futuras y la justicia intergeneracional.
El
valor que el patrimonio cultural en sus distintas expresiones como edificios,
fiestas, tradiciones, rituales, formas sociales, documentos literarios y
colecciones científicas, entre otros- tiene un doble aspecto, pues confirma
nuestras identidad como pueblo, pero también permite distinguirnos de otros. La
oportunidad de lograr una mejor comprensión depende de un adecuado
aprovechamiento de lo que estos bienes pueden aportarnos.
Me parece muy interesante lo expresado en este texto, ya que como bien dice nosotros vemos los monumentos como simples piezas arquitectónicas, sin embargo no vamos mas allá de lo que la misma historia nos cuenta, nos cerramos a ideas que hemos encontrado plasmadas en los libros de texto cuando la realidad es que la finalidad de estas piezas es recordar los acontecimientos por los cuales el país se ha visto afectado durante todos estos años y como tales sucesos han marcado una etapa de la cual la más valiosa lección es preservar la paz y los valores del pueblo.
ResponderEliminarKarla Orozco.
Ciertamente los principios del derecho son muy valiosos una sociedad globalizada, la cultura expresada en sus puntos mas importantes de turismo es una manera de aprender a comprender el pasado conjunto a las tradiciones de cada lugar. Mas que la creación de un patrimonio cultural, es la promoción y difusión de estos espacios, crear la sensibilidad en las personas y despertar el interés en conocer diferentes puntos coyunturales del ahora, es decir una realidad de la cual somos participes, y el futuro de las nuevas generaciones dependerá del interés de sus practicantes, ciertamente la justicia se expresa en todos los ámbitos de la vida por eso es importante disponer de un buen bagaje cultural.
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