Los sonidos de la Justicia
Por Gloria Alcocer Olmos
Muchas veces los reclamos por
justicia se miran poco cuando vienen de la calle, de esos gritos desesperados
que se transforman en pintas callejeras y destrucción de inmuebles pues ya
estamos fastidiadas de que cada muerta o desaparecida se mira poco o no se mira.
La justicia se mira desde la
óptica de leyes, jueces, códigos y normas que la gente de a pie conoce poco o
nada. Se han buscado diversas maneras de que el reclamo llegue y una de ellas
es la música, esa que retumba en los audífonos, en los micrófonos, en las
bocinas de una manifestación, de una reunión pero que encuentra oídos sordos de
quienes formulan las leyes.
Hace unos días, preparando una
presentación de diez minutos para charlar sobre la participación política de
las mujeres en México decidí retomar la música que mujeres de México y América
Latina han compuesto para que el grito de ¡Justicia! Suene más melódico, pero
igualmente potente llegue a esos oídos que parecen no escucharlo.
¿Quizá si le ponemos música nos
hagan caso? ¿Y si nos juntamos muchas y narramos qué sucede? ¿Y si hago de una
de mis habilidades un grito de batalla? Me imaginaba que se preguntaban esas
mujeres que decidieron hablar de lo que pocas y pocos hablan pero que a fuerza
de manifestaciones se obliga a mirar. Me las imagino diciendo “esta es mi
herramienta y con ella quiero hablar”
La creatividad al servicio de la
lucha, y sí, ya se, eso no es nada nuevo me podrán decir, pero lo que si es
nuevo son tantas mujeres gritando y cantando ¡Ya basta! Y es momento de
escuchar a todo volumen que ¡Cantamos sin miedo, pedimos justicia!
Llevo varios años estudiando la
música como mensaje social para las juventudes, pero esta vez me ha tocado
escuchar tantas voces que han llegado con otros ritmos, desde hip hop hasta cumbia
en una misma demanda ¿Qué es lo nuevo? Que toda una nueva generación esta
adoptando esos nuevos himnos, que las mujeres que no cantaban de esos temas
ahora lo hacen. Quizá vieron lo mismo que tu y yo y fue una profunda
indignación y quisieron que esto pasara de una revolución de unas a muchas,
quisieron darle un “soundtrack” a esos pasos que damos en las marchas.
¡Va por mi hermana, va por mi
abuela, va por mi hija, va por mi sombra! Se grita en nuevos himnos de una
revolución encabezada por las mujeres jóvenes que dicen ¡Esto no va más! ¡Y retiemble
en sus centros la tierra al sororo rugir del amor! Nuevas consignas que se
acompañan desde un movimiento de cantantes y compositoras que suman a una lucha
que es de todas y que debería de ser todas Y TODOS.
La poseía la hacen ellas no yo,
¡No te equivoques, no soy un caso aislado! Rapea una mujer joven zapoteca que
en el hip hop y la poesía encontró la manera de decir lo que muchas pensamos a
diario.
La justicia, las y los jueces
tienen tanto que escuchar en cada estrofa, pues en esas estrofas les ruegan ¡No
olviden sus nombres!, en cada estrofa están las historias de tantas mujeres que
no regresaron a sus casas, que las buscan, que desesperadamente buscan y que
ustedes, cada uno y una escuchen.
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